El ámbito comunitario como alternativa al abordaje de las problemáticas sociales en Ciudad Juárez. Propuestas y limitaciones.
Community level as an alternative to addressing social issues in Ciudad Juarez. Proposals and limitations.
Addiel Pérez Díaz
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, México
addiel.perez@uacj.mx
Resumen
El presente artículo contribuye al debate sobre la viabilidad y necesidad de propuestas de transformaciones sociales que desde el ámbito comunitario permitan la construcción social de la realidad en el contexto urbano de Ciudad Juárez. Es abordada la perspectiva teórica-metodológica del Desarrollo Comunitario con que se asume el diagnóstico y proyectos propuestos para el fraccionamiento Moradas del Porvenir, situada en la ciudad indicada. La metodología pretende un abordaje integral, asumiendo la propuesta de María del Carmen Rangel Mendoza sobre la atención participativa y comunitaria a las problemáticas sociales. Se presenta un diagnóstico, proyectos implementados en el fraccionamiento y análisis prospectivo, a partir de la experiencia comunitaria analizada.
Palabras Clave: Intervención comunitaria, Proyectos, Ciudad Juárez.
Abstract
This article contributes to the debate on the feasibility and need for social transformations proposals from the community level enabling the social construction of reality in the urban context of Ciudad Juarez. It addressed the theoretical-methodological perspective of Community Development with the diagnosis and proposed projects fractionation Lodgings of Porvenir, located in the city indicated is assumed. The methodology seeks a comprehensive approach, assuming the proposal of María del Carmen Rangel Mendoza on participatory and community attention to social problems. Diagnosis, projects implemented in the division and prospective analysis, from the community experience analyzed is presented.
Key words: Community Intervention, Projects, Juarez City.
Fecha recepción: Diciembre 2014 Fecha aceptación: Junio 2015
Introducción
A partir de un complejo proceso de transformación del Estado moderno y de la crisis del modelo “Estado de Bienestar”, sobre todo en la década de los setenta del pasado siglo, comienza a resurgir la importancia de las comunidades como alternativa a los procesos de desarrollo. En este mismo escenario aparecen las ideas a favor de otorgar mayores responsabilidades a estos espacios, dado que estos ámbitos pueden ser capaces de lograr una mayor articulación entre Estado y sociedad local. Estos permiten afrontar de manera más adecuada las demandas locales, ya que promueven la participación ciudadana y, por consiguiente, la democratización de la sociedad a partir de acercar las decisiones locales.
Por su parte, desde el contexto de Ciudad Juárez en México, sobre todo desde mediados de la primera década del presente siglo, la comunidad se convierte en un escenario clave para entender muchas experiencias y políticas surgidas al calor de una profunda crisis que se manifestó en la vida cotidiana, por ejemplo, en la seguridad ciudadana, el medio ambiente, la recreación, la convivencia, etcétera.
Hace apenas cinco años, Ciudad Juárez intentó recuperarse de la profunda crisis que la consagró y estigmatizó como la urbe de mayor conflictividad social a nivel nacional. El ámbito comunitario, por su parte, ha sido un escenario a tener en cuenta para la regeneración de nuevas estructuras y formas de acción colectiva que permita estructurar procesos alternativos de desarrollo, elevar el bienestar social en grupos vulnerables, generar confianza ciudadana, recuperar los espacios públicos, reconstruir el tejido social, y transformar la realidad desde un enfoque participativo inclusivo.
Desde los años recientes con los significativos cambios en los ámbitos económicos, políticos y sociales en la ciudad, se promueve la necesidad de reordenar las estructuras y los nexos económicos que hasta el momento habían actuado como factores del desarrollo del país. Es necesario profundizar en el papel y el significado de las comunidades en medio de la ruptura con estatus anteriores.
Sobre las comunidades juarenses se ha producido un intenso bombardeo de programas de intervención que tienen como propósito el logro de un desarrollo en esas unidades, pero carentes de una articulación con las reales necesidades y los intereses específicos de quienes la viven, lo que denota que estos no han sido tenidos en cuenta; amén de que cada institución establece sus propios indicadores de medición y de evaluación de la efectividad del programa. En estas condiciones resulta imposible realizar análisis integrales y comparativos de los resultados.
En este sentido, el artículo contribuye al debate sobre la viabilidad y necesidad de propuestas de transformaciones sociales que se gesten desde el ámbito comunitario y propicien nuevos espacios para construcción social de la realidad en el contexto urbano de Ciudad Juárez. Para la consecución de tales fines, el presente trabajo aborda y se posiciona en algunas perspectivas teóricas acerca del Desarrollo Comunitario, las cuales permiten construir la experiencia de intervención realizada en el Fraccionamiento Moradas del Porvenir de Ciudad Juárez, Chihuahua. Al mismo tiempo se presentan los rasgos más importantes de la metodología asumida para el desarrollo de este proceso de transformación, sustentado en la propuesta de la autora, María del Carmen Mendoza Rangel (s/f), contenida en su libro “Una opción Metodológica para los trabajadores sociales”. Esta metodología ha permitido un abordaje de manera integral, comunitario y participativo en el proceso de cambio asumido en el área de intervención comunitaria. También se presenta un diagnóstico de la situación existente previamente a la implementación de los proyectos planteados para dicha demarcación. Finalmente, se culmina con un análisis prospectivo de los factores condicionantes de dichos procesos comunitarios generados, con vistas a tenerse presentes para su extensión en otras zonas del ámbito urbano.
Presupuestos teóricos del Desarrollo Comunitario
La expresión desarrollo de la comunidad se utilizó por primera vez en Estados Unidos en 1947, aunque el término ya había sido empleado por el gobierno inglés en 1942, para designar el movimiento de promoción que debía iniciarse en sus colonias y preparar la emancipación de las mismas, cuyas acciones estaban destinadas a preparar la fuerza de trabajo que requerían las industrias allí instaladas. Como telón de fondo, estos proyectos pretendían introyectar en los colonizados los valores del sistema imperial para que la gente funcionara de acuerdo con esas pautas y valores. En 1947 se concibió el desarrollo de la comunidad como: “Un movimiento con el fin de promover el mejoramiento de la vida de toda la comunidad, con su participación activa y en lo posible por iniciativa de la propia comunidad…” (Ander Egg, 2003, p. 10).
El desarrollo de la comunidad como forma de intervención social es el resultado de dos desarrollos metodológicos separados que pretendieron, en su momento, ser respuestas a problemáticas diferentes, pero con métodos que en lo esencial son semejantes. Así se produjo un desarrollo llamado la organización de la comunidad, que surgió dentro del trabajo socialy que tuvo su principal evolución en Estados Unidos. Posteriormente apareció el desarrollo de la comunidad, el cual nace y se desarrolla en primera instancia en los países de África y Asia, y más tarde en América Latina y Europa (Ander- Egg, 2003).
Esos primeros años de iniciación y auge de los programas de desarrollo de la comunidad, se concretaron a través de centros comunales (centros educativos y recreativo-culturales que contribuyen al bienestar de la comunidad) y mediante la realización de proyectos específicos de: mejoras materiales (construcción de viviendas, carreteras, obras de riego); organización de servicios (educativos, recreativos, sanitarios) y acción comunal (organización de grupos, análisis colectivos de necesidades locales, creación de comisiones, obtención de asistencia técnica, formación de personal.
“Desarrollo de la comunidad es el proceso por el cual el propio pueblo participa en la planificación y en la realización de programas que se destinan a elevar su nivel de vida. Eso implica la colaboración indispensable entre los gobiernos y el pueblo, para hacer eficaces esquemas de desarrollo, viables y equilibrados” (Ander Egg, 2003).
En opinión de Ander Egg (2003), se trata de acciones inducidas que dan un ropaje científico- tecnológico a formas muy antiguas de colaboración. Además, tienen otra razón de ser: los programas de desarrollo comunitario aparecen y se hacen necesarios -promovidos por el Estado y otras organizaciones- cuando las solidaridades naturales van desapareciendo, en una sociedad que se hace más extensa y más compleja y consecuentemente más impersonal. Es así como se llega a la concepción moderna del desarrollo de la comunidad cuyos objetivos son lograr el mejoramiento de las condiciones económicas, sociales, culturales y humanas de la colectividad realizando un trabajo desde la base y procurando modificar las actitudes y prácticas que actúan como freno al desarrollo social y económico, promoviendo actitudes especiales que favorecen dicho mejoramiento.
Ello significa el énfasis en la concientización de las comunidades sobre sus principales problemas, la participación en su solución y la autodeterminación en las acciones que se acometan, aportando una perspectiva endógena de los procesos de desarrollo.
Otra literatura vinculada al Desarrollo Comunitario es la atención en las “capacidades” (Carpenter, 2009, 2012) como potencial para la organización, planificación, implementación y evaluación de las acciones previstas desde los escenarios locales para la transformación.
Los análisis sobre las capacidades comunitarias, en ocasiones, se orientan a modificar las pautas tradicionales con que las políticas sociales abordaron la realidad social durante un periodo importante (Carpenter, 2009). Nussbaum (2011) también realza capacidades humanas, que son clave como mencionan Ornelas, Aguiar y Monterio (2012), para la integración social y recuperación por parte de las organizaciones comunales.
El construir la comunidad implica descubrir y movilizar los recursos presentes en cualquier comunidad. La llave para las soluciones duraderas viene desde el interior. Las aptitudes y las habilidades de los residentes se convierten en los activos básicos para desencadenar el desarrollo (Rans, 2005).
Un elemento que también se identifica y asocia al Desarrollo Comunitario es la participación que implicala acción colectiva del grupo como sujeto de la actividad. La participación es el involucramiento activo, personal o colectivo, como sujeto de la actividad. A esta forma de participación se le denomina participación real en la literatura, en oposición a aquella otra en que se es objeto de la actividad de otros sujetos (Alonso, 2009).
La gestación de una comunidad constituye un proceso de integración científica y comunitaria, cuyos ejes fundamentales son la participación y la cooperación. Tal integración tiene por base la comunicación abierta, franca, auténtica y sin límites, y su concreción se refleja, como entidad mediadora, en el proyecto que elabora la propia comunidad, cuyo núcleo central tiene como elementos fundamentales a la toma, realización y control de decisiones. En los tres momentos están presentes la participación y la cooperación acompañadas de la reflexión-valoración de los sujetos.
Lograr la unidad valorativa y de significación de sentido es lo que convierte el proyecto comunitario en un valor en sí y posibilita su avance en el ideal de su propio desarrollo comunitario.
Es por ello que el proceso de desarrollo comunitario se asume como el proceso de gestación de lo comunitario expresado en un crecimiento en salud, donde la participación y la cooperación son cada vez más conscientes.
Así, dicho proceso de Desarrollo Comunitario desde la concepción que manejamos se concreta en la asunción de Alonso (2009): a) La conciencia crítica como premisa para el cambio; b) La modificación de la realidad comunitaria como acto creativo teniendo en cuenta las circunstancias y la potencialidades internas de los sujetos individuales y colectivos; c) La autogestión y la sostenibilidad integral; d) El avance inmediato como realización de la potencialidad latente y premisa del futuro; e) La multicondicionalidad de los procesos sociales comunitarios; f) Es un proceso educativo destinado a lograr cambios cualitativos en las actitudes y comportamientos de la población y g) El objetivo principal del desarrollo comunitario es la consecución del bienestar social.
Proceso metodológico asumido en la experiencia
La metodología que se utilizó en el proceso de intervención en el fraccionamiento Moradas del Porvenir fue la propuesta por: María del Carmen Mendoza Rangel (s/f). Este proceso de intervención se desarrolló en el fraccionamiento Moradas del Porvenir, Ciudad Juárez por espacio de cuatro meses, específicamente agosto-diciembre 2014. A partir de esta concepción metodológica la intervención se dividió en diferentes etapas.
En el primer mes, La planeación fue la concepción integradora donde se aglutinaron todos los programas y proyectos de la acción general, y ahí se definieron las líneas generales de la intervención y las distintas fases del desarrollo del proceso.
En esta etapa se llevó a cabo la elaboración del diagnóstico comunitario, proceso para el cual fue necesario realizar una jerarquización de prioridades, así como establecer los objetivos de la intervención. Al mismo tiempo en esta fase se aplicó una encuesta que permitió realizar una caracterización social, económica, institucional, cultural y política del fraccionamiento de estudio. También se fueron desarrollando un conjunto de juntas vecinales con el fin de corroborar, justificar y fundamentar desde el aspecto cualitativo la información obtenida con la implementación de la encuesta comunitaria.
La utilidad de la encuesta está dada por su base matemática y permite establecer regularidades en la realidad, y criterios más objetivos sobre la población abordada. Permite obtener resultados estadísticos desde la estimación porcentual, establecer correlaciones (García Ferrando, 1992).
En la investigación comunitaria la aplicación de encuestas parte de los mismos supuestos que en el estudio de otros objetos sociales. Su uso también supone que esa información no puede ser obtenida por otros métodos o sirve para controlar las que se obtienen por ellos. Esto se debe a que la encuesta se realiza mediante la interacción directa o indirecta con el encuestado (Alonso, J. et al, 2004).
La encuesta se indaga acerca del mundo interior del hombre o de la percepción por este de fenómenos del pasado, de ahí que se oriente a buscar una información que no se puede obtener a través de la observación (Alonso, J. et al, 2004).
Algunos requisitos para la elaboración de este instrumento son: Relevancia, Capacidad, Neutralidad y Asequibilidad (G. Osipov y colectivo, 1970).
Rodríguez, Gil y García (1996), por su parte, señalan que es necesario que el título aluda en forma abreviada al tema sobre el que se busca información. Al mismo tiempo, recomiendan: a) Formular solo preguntas relacionadas con el problema estudiado; b) No preguntar lo que se puede obtener por otros medios; c) Planificar el cuestionario considerando el modo en que se va a codificar y tabular las respuestas; d) Formular las preguntas de modo que permitan establecer comparaciones; e) Nunca formular preguntas que supongan una especial dificultad para el encuestado y f) Evitar las preguntas confidenciales.
La encuesta tuvo un peso importante a partir de su aplicación a 350 personas en total. También se realizaron algunas entrevistas informales, las cuales complementaron la elaboración del diagnóstico del fraccionamiento. La revisión de documentos en instituciones permitió la elaboración de los antecedentes del fraccionamiento.
En el mes siguiente, y como segunda etapa de esta concepción metodológica asumida, estuvo la programación, resultando un momento clave para la acción específica. En esta fase se delimitaron las necesidades específicas y se fijaron los tiempos para la atención, desde un enfoque participativo, así como las problemáticas identificadas en todo el proceso de diagnóstico comunitario. Al mismo tiempo este fue un momento propicio para la jerarquización y el establecimiento de las prioridades de intervención.
Para el desarrollo de tales actividades fue necesario establecer una estrategia general que abarcara los intereses más representados en el diagnóstico comunitario. Esta concepción de trabajo generó la elaboración de un plan de trabajo, la estructuración de las áreas de atención a nivel comunitario, la de definición de objetivos y metas en el periodo planteado para la intervención, que fue durante cuatro meses.
La determinación de los objetivos específicos por áreas de trabajo con vistas a generar un impacto más visible en la comunidad demandó la creación de 5 proyectos. En este momento de la intervención se establecieron título, objetivos, actividades, metas, calendarización de tiempos y los recursos necesarios para el desarrollo de estos.
Ahí fue necesario detectar también los recursos y potenciales existentes tanto a nivel comunitario como en el entorno del fraccionamiento de intervención. Para los fines de esta etapa se generó un diagrama de Gantt que permitió estructurar todo el plan de intervención propuesto en esta práctica. En esta etapa se constituyeron grupos de trabajo con vistas a crear proyectos de intervención dirigidos al tratamiento de las problemáticas que fueron identificadas en la encuesta aplicada al inicio del proceso de investigación y se fueron avalando por medio de las juntas vecinales, visitas domiciliarias y por el consenso de la ciudadanía en general.
En los dos meses restantes se concentró el trabajo en la ejecución, que constituyó la fase de la realización de los proyectos que se organizaron con base en la organización de la población, espacios y la delimitación de las funciones. La definición de las responsabilidades y la delimitación de los canales de coordinación y comunicación de los distintos elementos que intervienen en el proceso fue esencial en esta etapa de la intervención.
Como apoyo a esta fase de implementación, se utilizaron distintos instrumentos y técnicas que sirvieron para apoyar el cumplimiento de los objetivos de cada proyecto elaborado y diseñado de manera conjunta con la ciudadanía. En este caso, entre los instrumentos más útiles se encuentra la elaboración de guías de procedimiento, guías para reuniones de trabajo, técnicas participativas, técnicas de reflexión y talleres en general. Al mismo tiempo se generó una multiplicidad de gestiones para atender las necesidades que no se pudieron resolver con los recursos propios de la comunidad.
De igual manera los proyectos permitieron generar mecanismos de coordinación y comunicación entre algunas de las instituciones gubernamentales de la ciudad con la comunidad. Otras actividades destacadas estuvieron centradas en la promoción, motivación, sensibilización, capacitación y dinamización.
Contexto del fraccionamiento Moradas del Porvenir en Ciudad Juárez. Proyectos de intervención
El Municipio de Juárez es uno de los 67 que integran el Estado mexicano de Chihuahua, cuenta con una población total de 1 332 131 habitantes, de los cuales 665 691 son hombres y 666 440 mujeres. Ciudad Juárez además de ser la cabecera del municipio, es también la más poblada del estado de Chihuahua con 1 313 338 habitantes y cuenta con una extensión territorial de 4 853. 8 km². Su principal actividad económica es la industria maquiladora, lo que ocasionó que en años pasados miles de personas emigraran a la ciudad en búsqueda de empleo y mejor calidad de vida debido a la gran oferta de trabajo (INEGI, 2010).
El fraccionamiento Moradas del Porvenir está ubicado entre las calles Ejército Nacional y Manuel Gómez Morín en Ciudad Juárez que se encuentra al norte del país en el estado de Chihuahua. El fraccionamiento está inmerso en la mancha urbana de la ciudad, por lo cual sus habitantes tienen acceso a la mayoría de los servicios que esta brinda, como hospitales, supermercados entre otros.
El fraccionamiento está dividido en 27 edificios departamentales, convirtiéndolo en condominios donde sus habitantes en su mayoría son de bajos recursos, siendo su fuente de ingresos en gran medida la industria maquiladora. El fraccionamiento tiene ya más de 20 años de antigüedad, situación que se refleja en el deterioro de su estructura y en el abandono de muchos de los apartamentos. Estos aspectos físicos también han incidido notablemente en el deterioro de la conciencia colectiva, el sentido de pertenencia y en la identidad barrial.
Con base en las entrevistas que se realizaron se pudo corroborar que en sus inicios el fraccionamiento no contaba con la infraestructura que actualmente tiene. La intervención comunitaria estuvo enfocada hacia los 27 edificios que conforman el área de la colonia, existiendo 12 departamentos por edificación. A pesar de los avances en la infraestructura se denota un abandono excesivo de las estructuras colectivas y espacios sociales. Esto ha sido condicionado en parte, según los sujetos entrevistados, por la crisis social y de inseguridad que vivió la ciudad en años recientes. Al mismo tiempo, el fraccionamiento se encuentra fragmentado socialmente, haciendo que la imagen colectiva de sí mismo como comunidad haya desaparecido.
Como resultado del proceso investigativo se identificó la ausencia de organizaciones barriales; los vecinos señalaron que antes del periodo de crisis existía un comité de vecinos, pero que la inseguridad deterioró las condiciones de vida en la zona. Esto supone la necesidad de implementar proyectos con líderes que puedan movilizar y dirigir a la ciudadanía hacia procesos de transformación comunitaria.
Otras de las características encontradas tienen que ver con los tipos de familia. Ver cuadro 1. Ahí se refleja una estructura familiar bastante diversa, lo cual ha determinado una enorme complejidad al momento de convocar, estructurar y plantear los proyectos de transformación comunitaria. Sobre todo, hay diversidad de opiniones en las entidades familiares, intereses y horarios para asistir a las reuniones planificadas a lo largo de todo el proceso de transformación.
Tipos de familia, cuadro número 1
Fuente: Elaborado por equipo de intervención
Los habitantes del fraccionamiento cuentan con un nivel de escolaridad de entre primaria y secundaria, motivo por el cual cuentan en su mayoría con empleos en el sector maquilador que a su vez es la primera fuente de empleo en Ciudad Juárez. Ello significó la ausencia de recursos cualificados de nivel universitario que pudieran integrarse a los proyectos planteados.
Por su parte, el nivel de escolaridad de los padres de familia del fraccionamiento en su mayoría es de nivel básico. Algo similar ocurre con los hijos, que en su mayoría se encuentran cursando la educación básica.Nivel de escolaridad de padres, cuadro número 2
Fuente: elaborado por equipo de intervención.
De igual manera, las extensas jornadas laborales en este sector impiden la asistencia en horarios regulares a las actividades que se planificaron en cada uno de los proyectos propuestos. Ante esta situación se decidió realizar las actividades los fines de semana, lo que permitió elevar la participación comunitaria, a pesar de no cumplirse con la deseada.
Un factor clave para entender el elevado nivel de fragmentación y desintegración social en el fraccionamiento es, en este caso, la prevalencia de habitantes de disímiles lugares de la república mexicana. Ciudad Juárez es un área que ha sido impactada por la migración de diversos grupos poblacionales, situación que queda de relieve en Moradas del Porvenir. Por tanto, dentro del fraccionamiento hay diversidad de culturas que provoca que en ocasiones surjan conflictos o rencillas entre vecinos. Asimismo, generalmente los inmigrantes no tienen el mismo sentido de pertenencia hacia la localidad que los habitantes propietarios de sus viviendas.
Sus lugares de origen pueden observarse en el siguiente cuadro.
Ciudades y estados, cuadro número 6
Fuente: elaborado por equipo de práctica
En la colonia existen problemáticas sociales que demandan atención, siendo la seguridad una de la más importantes para los habitantes. La comunidad está en condiciones de vulnerabilidad debido a la falta de patrullaje en la zona. La presencia de actos delictivos, como robo a casa habitación y a los transeúntes es latente, así que los vecinos de la colonia se convierten en víctimas al perder su patrimonio, aumentando su pobreza y disminuyendo su calidad de vida.
Muchas de las calles no cuentan con alumbrado público, el patrullaje es nulo y las casas deshabitadas y lotes baldíos son utilizados por pandillas para alcoholizarse en grupo.
Cabe mencionar que ciertos servicios son deficientes, como el alumbrado público. Por comentarios de los habitantes se sabe que no siempre cuentan con alumbrado, ya que el vandalismo en la comunidad lo ha destruido.
Se pudo concluir por las encuestas realizadas en el sector, que 20 % de las viviendas no está al corriente en sus pagos de agua y luz, así que se infiere que actualmente están “colgadas” de otros lugares para obtenerlos. Ello genera malestar en el resto de los colonos, ya que mencionan que no es justo que sean beneficiados con los servicios de las casas deshabitadas y no paguen lo que les corresponde.
En el fraccionamiento existe en gran medida contaminación de diferentes tipos: se pueden observar grandes cantidades de basura y heces de perros esparcidas a lo largo del fraccionamiento. Dicha situación representa un grave problema para la salud.
De igual forma, las bandas han deteriorado gran parte de la infraestructura con grafiti, situación que hace que en el fraccionamiento se perciba un ambiente de delincuencia.
También dentro del fraccionamiento existen conflictos entre los vecinos debido a que algunos de ellos acostumbran escuchar música con un volumen muy elevado. Este problema se magnifica por el hecho de que el fraccionamiento está dividido en edificios departamentales separados solo por una pared.
Los habitantes del sector pertenecen a un nivel económico de medio a bajo, ya que en su mayoría laboran en la industria maquiladora, misma que representa la primera fuente de empleo de la ciudad, ubicada en un contexto fronterizo como ya se mencionó anteriormente.
Esto se ve reflejado en el nivel socioeconómico de los habitantes del fraccionamiento. La situación no les permite poder alcanzar un mejor nivel de vida a partir de la educación, ya que en la ciudad es muy común que ambos padres trabajen. Además, las familias en el fraccionamiento suelen ser muy numerosas.
Tomando como referencia todas estas problemáticas, identificadas en la primera de fase de investigación y diagnóstico, se decidió pasar a la fase de planeación. Para ello se elaboraron cinco proyectos de intervención que fueron consensuados y elaborados en la medida de las posibilidades con un enfoque participativo. Estos proyectos fueron diseñados a partir de las necesidades que la ciudadanía fue expresando a lo largo de las diferentes técnicas y fases de la investigación. El compromiso y orientación de estos proyectos estuvo fundamentalmente en consonancia con la ciudadanía, tal como se expresa en el marco teórico de este artículo. Los objetivos de los proyectos fueron múltiples, pero todos estuvieron centrados en general en el desarrollo comunitario. A la vez, para el desarrollo de estos proyectos fueron estructurados cinco equipos de trabajo.
Los cinco proyectos implementados que buscaron generar propuestas favorables para la comunidad tuvieron los siguientes objetivos:
Proyecto 1: “Por ti empieza el cambio”
Objetivo general:
Implementar un proyecto de actividades específicas de limpieza, para mejorar la calidad de vida de los habitantes del fraccionamiento Moradas del Porvenir.
Objetivos específicos:
Organizar a los habitantes del fraccionamiento para contribuir en las actividades planificadas.
Implementar talleres para fomentar la cultura del reciclaje.
Concientizar a colonos acerca de las obligaciones y cuidados que se contraen al tener una mascota.
Proyecto 2: “Participación + Acción + Familia = Recreación”
Objetivo general:
Habilitar el espacio de recreación para la comunidad Moradas del Porvenir, con el fin de proporcionar un mejor bienestar social y fortalecer la convivencia familiar, mediante técnicas y actividades socioeducativas dirigidas hacia el medio ambiente.
Objetivos específicos:
Lograr la participación de la mayor cantidad de habitantes de la colonia, que deseen formar parte del cambio de la recreación de la comunidad.
Impartir talleres y técnicas con fines socioeducativos a niños, jóvenes y adultos, sensibilizándolos, con temas destinados al cuidado del área de recreación de su localidad, para fomentar la convivencia familiar.
Optimizar las condiciones del espacio recreativo a través de actividades donde se involucre a los habitantes de la colonia.
Proyecto 3: “Mi colonia vive”
Objetivo general:
Potenciar en los habitantes de la colonia Moradas del Porvenir habilidades y conocimientos en función de responsabilizarlos sobre la imagen e higiene de las casas deshabitadas.
Objetivos específicos:
Fomentar en los colonos la cultura del respeto, para que de esa forma se logre un mejor cuidado de las casas deshabitadas.
Generar las posibles soluciones a la problemática de las casas deshabitadas en las instituciones correspondientes.
Promover la participación activa de los habitantes para la restauración de las casas deshabitadas.
Proyecto 4: “Vecino seguro”
Objetivo general:
Promover la participación de los habitantes de la Colonia Moradas del Porvenir, a través de la implementación de una serie de actividades y pláticas dirigidas a la seguridad de su colonia, para de esta manera lograr que los colonos trabajen en conjunto en el beneficio de su comunidad.
Objetivos específicos:
Fomentar la concientización de los colonos respecto a las problemáticas que se generan debido a la inseguridad de su colonia, a través de actividades y pláticas dirigidas a los habitantes del fraccionamiento en beneficio de su comunidad.
Fortalecer el interés de los colonos por lograr el mejoramiento de la seguridad en su fraccionamiento, para de esta forma conseguir el bienestar social de la comunidad.
Coadyuvar en la formación de una organización vecinal fuerte que sea capaz de cubrir las necesidades que se presenten de inseguridad en su fraccionamiento, para que de esa forma consigan el bienestar social de su comunidad.
Proyecto 5: “Mejorando la Imagen de Tu Colonia” (reciclaje)
Objetivo general:
Promover la participación de los habitantes del fraccionamiento referente al mejoramiento de la imagen de las viviendas, para que de esta forma los colonos tengan un mejor panorama del lugar donde habitan.
Objetivos específicos
Implementar un grupo de talleres dirigidos a la sensibilización comunitaria para el reciclado de productos plásticos.
Impulsar la participación de los colonos para el reciclaje de productos plásticos en la colonia Moradas del Porvenir.
Ejecutar el plan de acción para el mejoramiento de la imagen en las viviendas a partir del reciclaje de productos plásticos.
Análisis prospectivo
A partir de todo el proceso de investigación e intervención se ha identificado una serie de aspectos que pueden contribuir a perfeccionar la experiencia presentada anteriormente y propiciar elementos que aporten a futuras intervenciones, desde las prácticas escolares, en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez para el caso específico de las comunidades de la ciudad.
Es necesario considerar y prever ciertos aspectos para mantener el nivel de atención y la participación ciudadana en los proyectos que se implementen. Entre estos factores disociantes se encuentra la presencia en paralelo de programas, proyectos y acciones gubernamentales y políticas que interrumpen la dinámica de trabajo. Estas acciones externas generaron ciertos niveles de expectativas que ralentecieron los propósitos iniciales considerados en la estrategia general en la comunidad.
Es imperioso reconstruir todo el tejido organizacional comunal mediante la creación de estructuras barriales, vecinales y asociativas tras su marcada ausencia en colonias como Moradas del Porvenir. Esto implica que antes de comenzar a plantearse acciones dirigidas al desarrollo comunitario, es clave comenzar por la organización vecinal mediante la construcción de estructuras propias a nivel de base que puedan empoderarse con ayuda de los propósitos interventores que el equipo de práctica trae para compartir. También, la experiencia ha demostrado que para la sustentabilidad de los proyectos es necesaria esta etapa de organización comunal. Esto estuvo determinando por el escaso papel asumido de la localidad en la implementación de las acciones referidas al tratamiento de las problemáticas locales y por la excesiva dependencia de la población para encauzar determinadas cuestiones que debieron ser atendidas.
El escaso sentido de pertenencia, la ausencia de confianza entre la ciudadanía, la fragmentación comunitaria, la ausencia de una conciencia colectiva para encarar asuntos comunitarios, la escasa conciencia crítica de su realidad e implicación para su transformación, todos son elementos que están asociados, en el caso específico de la colonia, con el deterioro social y la crisis de inseguridad que sufrió la ciudad hace aproximadamente un lustro. Estos aspectos son vitales a considerar en el caso específico de comunidades juarenses y que deben ser tratados prioritariamente para crear proyectos que puedan ser realmente acogidos por la ciudadanía y en el futuro mantener los resultados alcanzados derivados de las intervenciones sociales. También estos aspectos están directamente ligados con la procedencia de grupo sociales, predominante dentro la colonia, y que han arribado a esta desde diferentes contextos del país, lo que refleja ausencia de una identidad colectiva hacia los asuntos comunitarios.
Un elemento a tener en cuenta en futuras intervenciones sociales es romper con los modos de intervención comunitarios asistencialistas. La concepción teórico-estratégica del equipo de prácticas estuvo orientada a considerar como elementos esenciales: la participación y cooperación comunitaria, la visualización y aprovechamiento del potencial endógeno e incorporación de todos los factores en el proceso; sin embargo, esto no pudo lograrse al nivel esperado. El escaso y bajo nivel de respuestas en diversos momentos de la intervención estuvo mediado por la mentalidad de espera existente en la ciudadanía, por la presencia de un clientelismo político estructurado en el pensamiento individual y colectivo de los colonos, por el inmovilismo social recurrente en un grupo considerable de la sociedad local. Frente a estas adversidades que tuvo que sortear la intervención, los proyectos tuvieron una orientación muy centrada en el equipo de práctica en diferentes momentos. Así, la estrategia se modificó en ocasiones hacia actividades de gestión fuera del entorno comunitario de intervención. Futuras intervenciones, en el sector y a nivel de la ciudad, deben no perder de vista la incorporación real de los recursos locales, el capital humano local y los segmentos poblacionales entre las edades comprendidas de 25 a 50 años al desarrollo de los proyectos que se implementen. Ello puede significar la reducción de insostenibilidad en las acciones que se desarrollaron y en la permanencia de los resultados obtenidos.
Finalmente, es necesario aprovechar el capital humano asentado en las comunidades, sobre todo por su no inserción en las iniciativas. Estos deben complementarse con los recursos financieros y materiales que tienen las comunidades y que en la actualidad proyectos de este tipo no logran incorporar y aprovechar lo suficientemente.
Conclusiones
La diversidad cultural y el alto componente de personas inmigrantes en el fraccionamiento dificultan elementos básicos para el accionar desde un enfoque comunitario, como son: el sentido de pertenencia, la integración comunitaria, la participación y la capacidad para generar consensos a nivel de base.
A pesar de que la concepción teórico-metodológica asumida para la investigación-transformación intenta superar el asistencialismo modificando formas tradicionales de intervención y ubicando a la participación ciudadana y los factores endógenos como motores de dicho proceso, resultó contradictorio que un elevado número de recursos y gestiones se enfocaran en instituciones gubernamentales y privadas externas al sector de intervención.
En los proyectos presentados, el aspecto económico resultó deficitario y no fueron capaces de fortalecer la economía local, lo cual atenta a la sostenibilidad de estos. También resultaron carentes de un enfoque de género y de la dimensión de medio ambiente; en general, carecían de visión integral.
A pesar de los logros alcanzados, la capacitación dirigida al logro de habilidades en la participación, la reflexión y las cuestiones organizativas de la comunidad, en los actores propulsores del desarrollo comunitario se registra una ausencia de conocimientos adecuados para ejercer el rol. Las formas de participación siguen siendo limitadas por la influencia de la cultura centralista y verticalista del modelo, lo que se reproduce hacia la base lastrando la creatividad en los actores sociales.
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